lunes, 13 de junio de 2011

La muerte en la flor de la juventud

Suicidio (del latín sui caedere, 'matar a uno mismo') es el acto de quitarse la propia vida. Muchas religiones lo consideran un pecado, y en algunas jurisdicciones se considera un delito. Por otra parte, algunas culturas lo ven como una forma honorable de escapar de algunas situaciones humillantes, sin escapatoria o dolorosas en extremo.
Introducción
Para considerarse suicidio, la muerte debe ser un elemento carnal y el motivo del acto, y no sólo una consecuencia casi ineludible. Así, los hombres y los mártires no son considerados suicidas, dado que se sacrifican en nombre de una creencia. Tampoco son suicidas los que se sacrifican por otros en caso de emergencias ni los soldados que mueren en una guerra y, en estos casos, los muertos no son proscritos por la religión ni por la ley. En el caso de que el suicidio tenga consecuencias legales, la ley recoge que debe haber prueba de intención de morir, así como la propia muerte para que el acto sea considerado un suicidio. Puede que dicho proceso sea costoso en caso de minusvalía y tenga que depender de alguien más, que entraría entonces en una dinámica de cómplice de suicidio y sería posiblemente penado con la cárcel. La Psicología se revela como la principal ciencia para prevenir el suicidio.
Psiquiatría
El suicidio también puede ser efecto de trastornos psiquiátricos, que comúnmente se acompañan de depresión o ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, el trastorno bipolar, la esquizofrenia y todos los trastornos de depresión. En estos casos es principalmente la enfermedad lo que provoca el suicidio y no el análisis lógico del individuo.
¿Por qué los adolescentes intentan quitarse la vida?
La mayoría de adolescentes entrevistados tras un intento de suicidio dicen que lo hicieron porque estaban intentando escapar de una situación que se sentían incapaces de afrontar o les parecía imposible de superar, o porque deseaban acabar de una vez por todas con los insoportables pensamientos y sentimientos que tanto les atormentaban. Al igual que Moisés, no querían morir tanto como escapar de la situación que estaban atravesando. Y en aquel momento en concreto, la muerte les pareció la única vía de escape posible.
Algunas personas que ponen fin a sus vidas o intentan suicidarse pretenden escapar de sentimientos de rechazo, dolor o pérdida. Otros están enfadados, avergonzados o se sienten culpables por algo. A algunos les preocupa decepcionar a sus amigos o familiares. Y otros se sienten no queridos, inatractivos, maltratados o que son una carga para los demás.
A todos "nos superan" la emociones o situaciones difíciles de vez en cuando. Pero la mayoría de personas lo acaban superando y son capaces de ver los problemas en perspectiva y de encontrar el modo de seguir adelante con esperanza y determinación. Entonces, ¿por qué determinadas personas intentan suicidarse y otras personas que se encuentran en una situación igual de difícil no lo hacen? ¿Qué es lo que hace que determinadas personas sean más flexibles y resistentes (más capaces de afrontar los reveses y dificultades que les plantea la vida) que otras? ¿Qué es lo que determina que una persona no sea capaz de ver otra salida a una situación difícil aparte de poner fin a su vida?
La respuesta a estas preguntas radica en el hecho de que la mayoría de personas que se suicidan o intentan suicidarse están deprimidas.
Depresión
La depresión hace que la gente se focalice mayoritariamente en los fracasos y decepciones, enfatice la cara negativa de las situaciones e infravalore sus propias capacidades y su valía personal.

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